Hace tiempo que no publico una receta salada y aunque hoy domingo ya tendréis pensado que hacer para comer, seguro que os servirá para otro día. Es tan fácil de elaborar que animo a los que empiezan su andadura entre fogones a que la hagan porque seguro que les saldrá riquísima.
INGREDIENTES: (4 personas)
- 1 conejo grande (troceado)
- 350 g de almejas frescas
- 4 ajos (laminados)
- 1 cebolla (cortada en daditos)
- 300 ml de vino blanco
- 700 ml de caldo de verduras (yo he puesto dos pastillas de caldo disueltas en el agua)
- 2 cucharaditas de hierbas provenzales
- 125 ml de aceite de oliva.
1. Lavamos bien las almejas, las cubrimos de agua con un puñado de sal y las dejamos en remojo durante 1 hora).
2. Calentamos el aceite y freímos el conejo junto a los ajos laminados (mejor en cazuela de barro).
3. Retiramos el conejo y los ajos y rehogamos en el mismo aceite (añadir un poco más si es necesario) la cebolla cortada en daditos.
3. Una vez pochada la cebolla, retiramos un poco de aceite y agregamos el conejo y los ajos, añadimos las hierbas provenzales y el vino, mezclamos y dejamos que se reduzca un poco el vino.
4. Vertemos el caldo de verduras caliente (tiene que cubrir la carne), salamos al gusto y dejamos cocer hasta que la carne esté tierna.
5. Colamos el agua de las almejas, las lavamos bien bajo el grifo (desechamos las que estén abiertas) y las incorporamos a la cazuela, cocemos hasta que se abran y... ¡a comer antes de que se enfríe!
¡Feliz domingo!