jueves, 30 de julio de 2015

BIZCOCHITOS DE ROSA CON SEMILLAS DE AMAPOLA

 
Estos aromáticos y esponjosos bizcochitos son los culpables de que haya cometido la locura de encender el horno a pesar de las temperaturas con las que el astro rey no deja de obsequiarnos ni un sólo día desde que comenzó el verano y aunque hayan sido unos 25 minutillos de nada (entre precalentado y horneado), han sido los suficientes para dejar mi cocina convertida en una sauna, eso sí, en una sauna con olor a rosas, siempre hay que mirar el lado positivo de las cosas ¿no? 
 
Ingredientes:
- 125g de mantequilla (consistencia pomada)
- 125g de azúcar (mejor caster sugar que es un poco más fina)
- 2 huevos
- 150 g de harina para bizcochos (ya lleva la levadura incorporada)
- 1 cucharada de semillas de amapola
- Colorante rojo en gel o en pasta.
- 1 cucharadita de aroma de rosas.



Precalentar el horno a 180ºC.
Elaboración:
1. Batir la mantequilla junto al azúcar hasta obtener una crema suave y esponjosa.
2. Añadir los huevos de uno en uno y batir hasta que se integren en la crema.
3. Aromatizar y agregar un poco de colorante.
4. Incorporar la harina (tamizada) en dos o tres veces y mezclar bien.
5. Por último añadir las semillas de amapola y mezclar de nuevo.
6. Engrasar el molde de silicona con un poco de mantequilla (yo he utilizado el spray antiadherente de Wilton).
7 y 8. Verter la masa hasta llenar 2/3 de la capacidad de los moldes (o cápsulas de papel) y hornear durante 15 minutos más o menos (según el molde empleado).

 
Una vez fuera del horno, dejamos reposar en el molde durante 5 minutos antes de desmoldar los bizcochitos y ponerlos sobre una rejilla para que acaben de enfriarse.
y ahora...  ¡la recompensa por esos "minutillos" de calor que hemos pasado en la cocina!




¡Un bocado tentador!

lunes, 27 de julio de 2015

CAZUELITAS DE SALMÓN Y PATATAS

  
Queridos navegantes, hoy os sugiero un guiso con marcado sabor marinero y es que a pesar del calor también apetece un platito de cuchara de vez en cuando, eso sí, acompañado de una refrescante ensalada para contrarrestar el efecto calor.
 
INGREDIENTES: (2 personas)
- 200 g de salmón fresco
- 1/2 kilo de patatas
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 sobre de azafrán molido
 - cebollino (opcional)
- Aceite y sal.
 
ELABORACIÓN:
Quitar la piel y las espinas al salmón  (reservarlas) y cortarlo en cubitos.
Pelar las patatas y cortarlas en cubos de igual tamaño que el salmón (más o menos).
Hacer un caldo con 700 ml de agua, la piel del salmón y 1/2 cebolla, dejar cocer durante 15 minutos.
Cortar la cebolla en cuadritos y los ajos en láminas.
 
 
 
 
1. Pochar en un poco de aceite la cebolla junto a los ajos.
2. Añadir las patatas.
3. Colar el caldo y añadirlo a la cazuela (las patatas deben de quedar cubiertas), salar, condimentar con el azafrán y cocer a fuego lento hasta que las patatas estén casi al punto.
4. Incorporar el salmón y cocer hasta que cambie de color (dos o tres minutos).
 
 
Sugerencia:
Servir con unas ramitas de cebollino fresco picado y acompañar con una refrescante ensalada.
  
 
Delicioso también con atún, rodajas de caballa u otro pescado de tu elección.
 
 

martes, 21 de julio de 2015

VASITOS DE PURÉ DE GUISANTES CON CRUJIENTE DE JAMÓN

 
Navegantes, hoy os traigo un entrante-aperitivo de lo más sano y que podemos convertir en un primer plato simplemente añadiendo más cantidad de los pocos ingredientes que lleva y que son:
 
- 300 g de guisantes congelados
- 1 patata pequeña
- 1/2 cebolleta
- 1 pastilla de caldo de pollo
- Aceite de oliva
- Sal (opcional)
- Jamón serrano y unas hojitas de hierbabuena.
 
 
Elaboración:
1. Pelar y cortar en cubos la patata y la cebolleta y rehogarlas en un poco de aceite a fuego lento.
2. Añadir los guisantes y las hojitas de hierbabuena.
3. Agregar la pastilla de caldo desmenuzada y cubrir con agua ( tres dedos por encima más o menos).
4. Cocer hasta que los guisantes estén tiernos y triturar (para una crema más fina, pasar por el chino también) si es necesario, rectificar de sal (la pastilla de caldo ya lleva).
 
 
Crujiente de jamón:
Poner las lonchas de jamón sobre una hoja de papel vegetal y cubrir con otro trozo ( de la misma hoja), colocar sobre un plato e introducir en el microondas durante 2 o 3 minutos (vigilar que se quema rápido), una vez fuera, dejar enfriar y trocear o triturar.
 
 
Servir el puré de guisantes aderezado con el crujiente de jamón y perfumado con unas hojitas de hierbabuena. 
 
 

Ideal para estos días tan calurosos porque se puede tomar frío también.
 

martes, 7 de julio de 2015

CHECKERBOARD CAKE DE TÉ MATCHA Y VIOLETA

 
Mis queridos navegantes, aunque vestido con otro traje y perfumado con otros aromas, la receta base de este bizcocho lleva más de 50 años formando parte de las recetas con solera de mi madre, ya que era la tarta que ella elaboraba para la celebración de cumples y santos de la familia y que por cierto tendría muchas anécdotas que contar referente a este bizcocho y que aún hoy, después de tantos años sigo conservando en mi memoria su textura tan jugosa y el aroma a crema pastelera y coco de esta tarta, en la que mi madre siempre dibujaba el "Felicidades" con merengue y adornaba con cerezas confitadas  y coco rallado. Bonitos recuerdos son los que me inspiran esta receta y por eso (y porque me encanta), a partir de hoy y haciendo honor a mi querida mamuchi, voy a adoptar esta receta para utilizarla como base en todas mis tartas decoradas, ya sean con fondant o con otros glaseados y... no me enrollo más!
¡Cambiamos de rumbo porque no quiero aburriros demasiado!  
 
He utilizado 3 moldes metálicos redondos bajos de 20 cm de diámetro.
Con estas cantidades salen 900 g de masa más o menos. 300 g por molde.
 
Ingredientes para el bizcocho: (pongo receta original, aunque yo he prescindido de la ralladura de limón).
- 3 huevos
- 300 g de azúcar
- 300 g de harina
- Ralladura de 1 limón (no en éste caso)
- 1 sobre de levadura Royal
- 200 ml de agua templada.
Ingredientes nuevos:
- 1 cuchada de pasta concentrada de violeta
- 1 cucharada de té Matcha en polvo
- Colorantes en pasta o gel: violeta y verde.
 
 
Ingredientes para el almíbar del calado:
- 250 ml de agua
- 4 cucharadas de azúcar
- 1/2 cucharada de pasta de violeta
- Un chorrito de licor (optativo, yo he utilizado anís de violeta :)
Calentar el agua y el azúcar hasta que ésta esté disuelta, añadir la pasta de violeta y el licor, dejar hervir para que adquiera la textura de un jarabe ligero (no demasiado pues se hará caramelo). Retirar del fuego y dejar enfriar.
 
 
Ingredientes para el buttercream del relleno y 1ª y 2ª cubierta:
- 200 g de mantequilla sin sal
- 300 g de azúcar glas (tamizada)
- 1 cucharada de pasta de violeta.
 
 
Ingredientes para el Royal icing de la cobertura final:
- 1 clara de huevo "L"
- 225 g de icing sugar (o azúcar glas) tamizado
- 1 cucharada de té Matcha
- Colorantes: verde o azul y amarillo (mi caso).
Así se hace:
Batir la clara con las varillas eléctricas y una vez que forme picos suaves (como una espuma), incorporar el icing sugar poco a poco, añadir la cucharada de té y el colorante y batir durante 8-10 minutos.  
 
  
Para decorar : Flores de fondant, colorante amarillo y perlitas.


Elaboración de la masa:
1. Separar las yemas de las claras y dividir el azúcar en dos partes.
Batir las yemas junto a 150 g de azúcar hasta que la mezcla se torne de un color más pálido y la textura más líquida (mejor con varillas eléctricas).
2. Añadir el vaso de agua templada y mezclar, incorporar la harina junto a la levadura (tamizadas), en tres veces hasta que se integre bien en la masa.
3. Montar las claras a punto de nieve, agregar el azúcar restante (150 g) y batir hasta formar un merengue.
4. Incorporar el merengue a la masa con movimientos envolventes  (con ayuda de una espátula para que no se baje).


5 y 6. Pesar la masa y separar 1/3 (300 g en mi caso), aromatizar con el té Matcha y teñir de color verde. Incorporar la cucharada de pasta de violeta a los 2/3 restantes (600 g) y dividir en dos partes para teñir de violeta con dos tonos distintos.

 
Precalentar el horno a 175ºC.
Engrasar los tres moldes (yo utilizo el spray antiadherente de Wilton que es una maravilla).
 

7. Verter en los moldes.
8. Hornear durante 20 minutos, sacar y dejar  templar 10 minutos.
9. Sacar los bizcochos de los moldes y dejar enfriar sobre una rejilla.


 10. Con ayuda de aros metálicos (o de un platito y cortando con el filo de un cuchillo), cortamos cada bizcocho para obtener tres aros de cada uno.
11.  Combinamos los tres colores y los pegamos con el buttercream, formando tres bases completas.
12 y 13. Montamos la tarta, 1º una base, 2º calamos con un poco de almíbar y 3º cubrimos con buttercream  y así sucesivamente hasta tener los tres pisos.


Cubrimos de buttercream todo el bizcocho y lo guardamos en el frigo 1/2 hora, luego lo sacamos y volvemos a dar una 2 capa de buttercream y lo reservamos en el frigo hasta la hora de decorar (si va a ser al día siguiente, una vez que la 2ª capa de buttercream esté dura, lo envolvemos en film transparente y lo conservamos en el frigo).

 
14. Observaremos que la cubierta está dura y lista para la cobertura final.
15. Extendemos con una espátula el Royal icing cubriendo todo el bizcocho con una capa uniforme de medio dedo de grosor más o menos.
16. ¡Ahora toca darle un aplauso a este bello pastel! no, no me he vuelto loca, para decorarlo es eso mismo lo que tenemos que hacer, hacer palmas pero con el bizcocho en el centro, separando nuestras manos, así nos saldrá esa deco tipo gotelé tan graciosa y que seguro que voy a hacer con más de una tarta. Esta capa de "gotelé" se endurece rápido y ya sí que es verdad que podemos decorarlo a nuestro gusto y sobre todo... cortarlo que ya estoy deseando ¡Yupi!
 

Unas florecitas de fondant de violeta y se acabo! ahora a cortarlo y a catarlo a ver si ha merecido la pena...
 

  
 
¡Huele a violetas que alimenta!
 
 
Voy a dejar de hacer fotos y a pegarle un "gran mordisco" sobre todo porque me invade la curiosidad del sabor que tendrá con estas mezcolanzas mías, jeje!!
¡Navegantes, a vuestra salud!
 
 

viernes, 3 de julio de 2015

TARTA PAVLOVA (TRES RELLENOS)

  
Al fin sale a la luz una receta que tengo en "pendientes por publicar" desde el mes de febrero y es que no acababa de cogerle el punto a la base de merengue de esta tarta tan conocida y cuyo nombre es tan exótico como el primer relleno que os mostraré y que he bautizado como Pavlova de piña colada.
La historia amor-odio que tengo con esta tarta me imagino que no os sonará demasiado extraña y es que a veces se nos atraviesa una receta que puede ser la más fácil del mundo mundial, pero que el resultado no sea el esperado, ya sea por la textura, por el sabor, apariencia, etc.
El caso es que he probado más de cuatro temperaturas distintas y tiempo de horneado, más de cuatro cantidades distintas (con los mismos ingredientes), con distintas mezclas de azúcar, con sólo glas, con sólo azúcar blanquilla, con distinto orden de incorporación de ingredientes... y al final no lo publicaba porque no acababa de convencerme el resultado. 
Por fin, he conseguido una base de Pavlova que además de tener la textura ideal para mí, he probado durante tres días a conservarla en el frigo y aún con el relleno no pierde nada de su crujiente envoltorio ni de su etéreo y esponjoso corazón ¡Viva la cabezonería si es para mejorar algo!
Encantada de poder compartir la "rece" con mis navegantes y espero que os guste tanto cómo a mi.
¡Rumbo a la cocina a toda máquina!
 
Ingredientes para la base de merengue:
- 4 claras de huevo (160 g aproximadamente)
- 100 g de azúcar glas
- 200 g de azúcar blanquilla
- 1 cucharada de Maizena
- 1/4 de cucharadita de crémor tártaro
- 1 cucharada de vinagre de vino blanco.
 
Elaboración: Precalentar el horno a 120ºC
1. Tamizar las dos clases de azúcar juntas.
2. Montar un poco las claras y agregar el crémor tártaro y el vinagre, seguir batiendo hasta que las claras estén bien montadas y formen picos firmes (punto de nieve). 
3. Agregar la cucharada de Maizena (tamizada)  y la mezcla de azúcar poco a poco y sin dejar de batir, hasta que el azúcar esté completamente integrado.
No batir en exceso, pues lograríamos el efecto contrario, para saber si está al punto, basta poner el recipiente boca abajo y ver que el merengue no cae (con cuidado please!).
   
 
4 y 5. Cubrir la bandeja del horno con papel vegetal y dibujar un círculo de 18-20 cm  (yo lo hago con rotulador de tinta comestible, si no es así,  hay que darle la vuelta al papel una vez dibujado).
Rellenar el círculo con el merengue y extender del centro hacia los bordes para que queden más altos formando una especie de cuenco.
Introducir el merengue restante en la manga y decorar todo alrededor a nuestro gusto (opcional).
6. Hornear a 120ºC, en la mitad de altura del horno y en posición arriba y  abajo  durante 1 hora y 20 minutos.
Apagar el horno una vez horneado, dejar la puerta entreabierta (muy poco) y conservar dentro el merengue (yo lo he tenido toda la noche).
La textura por fuera es dura y craquelada por algún punto y por dentro esponjosa como una nube, pero eso ya lo veréis cuando la corte, que ya estoy deseando!!
 
 
Ingredientes para la piña macerada:
- Piña natural
- Jengibre molido y Canela molida (al gusto)
- 25 ml de ron blanco (el mío)
- 150 g de azúcar.
 
 
Elaboración:
Precalentar el horno a 200ºC
Colocar la piña troceada (en trozos grandes) en una bandeja o plato para horno, rebozarla bien con el azúcar y las especias, regar con el ron y dejar macerando media hora.
Introducir la bandeja en el horno y hornear durante 30 minutos, de vez en cuando regar con su propio jugo.
Sacar y dejar que se enfríe, cortar en cubos y reservar.
 
 
 
 
1er Relleno:
- Piña macerada
- Cerezas y coco rallado.
 
 
7. Introducir la nata de coco en una manga pastelera con boquilla (si la quieres decorar) y reservarla en la nevera durante una hora para que adquiera una consistencia más firme).
8 y 9. Formar rosetones con la nata, cubriendo la parte central del merengue (que tendrá la forma de cuenco).
10. Rellenar con la piña macerada (sin el sirope... por el momento) y bautizar con el sirope justo antes de servirla, una vez en la mesa acompañarla con una jarrita de tan especiado y dulce néctar para que cada comensal vuelva a "rebautizar" su porción de tarta.
 
  
 
En el corte se aprecian perfectamente las dos texturas, la cremosa de la nata y la ligera y esponjosa del merengue que unidas al exterior del merengue dulce y crujiente han logrado que desde hoy pase a ser una de mis tartas preferidas y que más guerra me ha dado, jeje!!
 
2º Relleno:
- Fresas cortadas y maceradas en zumo de naranja con azúcar y arándanos, regar antes de servir con sirope de fresa.
 
 
 
 
¡La textura finalmente lograda!

3ª y última sugerencia de relleno:
- Fresas, arándanos y frambuesas, un poco de azúcar glas para espolvorear (opcional).



Una vez que he logrado la textura ideal (para mí) del merengue para la Pavlova, intuyo que me voy a dedicar a buscar y probar distintos rellenos por exóticos que puedan parecer. Ya sabéis que me apasiona tunear las recetas!