Con mi fijación por las violetas cada vez que veo algo que tenga que ver con ellas, ya sea de pastelería, perfumes, plantas o incluso velas... pues ahí estoy yo con ello en la mano y pasando por caja como por arte de magia, pues lo último a lo que mis ojos fueron a parar fue a la estantería de un súper donde estaba ella toda erguida y llamándome a gritos en el momento que vi la palabra violette... o sea, que me volví a casa con una botella de un licor anisado con aroma de violetas y pensando qué podría hacer con él, me vino a la cabeza una receta que había visto en una revista pero que el licor empleado era anís, pues dicho y hecho, aquí están mis buñuelos tuneados y perfumados del sútil aroma que desprenden las violetas.
INGREDIENTES:
- 100 ml de leche
- 2 huevos (tamaño L)
- 50 ml de licor de violeta ( Marie Brizard )
- 200 gr de harina de trigo (tamizada)
- 8 gr de levadura (tipo Royal)
- 20 gr de azúcar
- Caramelos de violeta molidos o azúcar glas para espolvorear al final.
ASÍ DE FÁCIL:
Batimos los huevos y añadimos la leche junto al licor de violeta.
En un bol tamizamos la harina junto a la levadura y agregamos el azúcar, se lo añadimos a la mezcla de huevos y leche y batimos hasta que quede una crema sin grumos.
Tapamos con film y dejamos reposar durante 30 minutos.
Calentamos abundante aceite en una sartén y con ayuda de una cuchara vamos echando porciones de masa en el aceite, cuando empiecen a hincharse les damos la vuelta para que se doren por el otro lado también.
Escurrimos sobre papel de cocina y listos para servirlos espolvoreados con los caramelos de violeta molidos o bien con azúcar glas, sirope, etc.
Calentitos están deliciosos y recomiendo no dejarlos que se enfríen mucho pues a esta masa le pasa igual que a los churros, que pierden su textura crujiente cuando se enfrían y eso no lo queremos ¿verdad?, pues estamos tardando en servirnos unos cuantos!
¡Vamos que se enfrían!
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