viernes, 28 de agosto de 2015

RISOTTO DE CALABAZA Y ZANAHORIA

 
Queridos navegantes, después de unos días sin navegar en la cocina vuelvo a toda máquina con una sana y sabrosa receta de risotto, os dejo tres enlaces más de esta típica y versátil receta italiana para que podáis escoger la que más os agrade. Ahora...  ¡Rumbo a la cocina!
 

 
 
 
Ingredientes: (4 personas)
-  400 g de arroz arborio, carnaroli u otro especial para risotto (100 g por persona)
- 50 g de cebolleta
-  3 zanahorias
- 1 trozo de calabaza
- 25 ml de vino blanco
- 20 g de mantequilla
- 1 y 1/2 l de caldo vegetal
- Aceite, sal y pimienta
- Queso Parmesano (opcional).
 
 
Así de fácil:
Pelamos, quitamos las semillas de la calabaza y la cortamos en daditos.
Ponemos un cazo al fuego con 1/2 litro de agua y hervimos durante 5 minutos la calabaza, la colamos y reservamos.
Pelamos y cortamos de la misma forma las zanahorias. En una sartén con un poco de aceite, rehogamos  las zanahorias junto a los dados de calabaza. 
 
 
 
 
Calentamos el caldo vegetal y lo mantenemos caliente.
Cortamos la cebolleta en brunoise y la sofreímos hasta que esté transparente (no debe dorarse).
Añadimos el arroz, lo sofreímos durante 1 minuto y sin dejar de remover, incorporamos el vino, una vez evaporado el alcohol, vertemos un cucharón de caldo vegetal caliente, seguimos removiendo y cuando lo haya absorbido, agregamos otro cucharón y así poco a poco vamos añadiendo el caldo según se vaya consumiendo, salpimentamos un poco (el caldo ya lleva sal) y seguimos removiendo en repetidas ocasiones para que el arroz absorba todo el caldo uniformemente y obtengamos el punto deseado (17 minutos más o menos, depende del arroz).
1 minuto antes de acabar la cocción, añadimos la mantequilla y mezclamos, por último, agregamos las zanahorias y la calabaza, volvemos a remover bien y retiramos del fuego (la textura debe de ser cremosa), rectificamos de sal si es necesario y listo para servir.
 
 
 
 
 
 
 
 Unas lascas de queso Parmesano le irán de maravilla también. 
 
  
 
 
¡Buen finde!

martes, 11 de agosto de 2015

CHECKERBOARD CAKE PARA MEGARA


Creo que el checkerboard cake se ha convertido en mi tarta fetiche porque desde que hice el primero (que por cierto aún no he publicado...) ya llevo unos cuantos elaborados con colores y sabores de todo tipo. ¡Viva MEGARA, viva el rock y viva el checkerboard!
La receta de hoy es básicamente la misma  del que ya publiqué, aunque de cuatro pisos en esta ocasión y los sabores elegidos son: fresa y chocolate, pura adicción, la misma que siento por MEGARA.
Enhorabuena por vuestro concierto que resultó ser un verdadero despliegue de luz, color y una muy, muy buena música, puesta en escena y vozarrón de Kenzy.

 
Enlace a la receta






Royal icing de la cobertura final: sabor a chocolate y teñido de color fucsia.

Una vez seca al tacto, podemos decorar con las galletas.
  
 
 
¡Me consta que les ha gustado mucho!
 
 

martes, 4 de agosto de 2015

ENCAJE COMESTIBLE (RECETA CASERA)


Con esta receta de encaje comestible podremos embellecer unos deliciosos cupcakes, engalanar un delicado pastel o cómo en mi caso, para decorar un surtido variado de galletas para merendar, entre ellas una "lunita azul" (le debía un pequeño homenaje) y un vestido de lo más elegante y que me surgió la idea al ver los maravillosos y delicados encajes con los que trabaja Jovial Moda. ¡Viva la inspiración!

Ingredientes:
- 1 cucharada sopera de CMC
- 6 cucharadas soperas de agua caliente
- 2 cucharadas soperas de Maizena
- 1 cucharada sopera de azúcar glas
- 1 cucharadita de glucosa
- 1 cucharadita de Meringue Powder
- Colorantes en gel o pasta
- 1 lámina de silicona para hacer encaje comestible.


Así de fácil:
 1.Mezclar en un bol, la cucharada de CMC junto al agua caliente, mezclar bien y deshacer los posibles grumos, tapar con film y reservar 4 horas.
 2. Añadir la cucharada de azúcar glas, mezclando bien.
3. Agregar la Maizena sin dejar de mover.
4 y 5. Incorporar el Meringue Powder y la cucharadita de glucosa, mezclar hasta obtener una pasta sin grumos.
6. Separar la pasta en distintos recipientes (según los tonos que deseemos) y teñir a nuestro gusto.



 



Con ayuda de una espátula, rellenamos todos los huecos de la lámina de silicona (como si estuviésemos untando mantequilla) y retiramos el resto.
Aunque en teoría está listo en unas horas, yo, debido al clima caluroso y húmedo en esta fecha, lo dejo de un día para otro antes de desmoldar el encaje.




 
 
 
En esta ocasión he querido teñir una de la bandas de un color plateado para una idea que se me ha ocurrido sobre la marcha (la inspiración que comentaba al comienzo del post).
 
 
 
 
 
 



 
¡Una elegante y dulce merienda para acompañar mi imprescindible té!
¿Quién se apunta?