Queridos navegantes:
Hoy le ha tocado el turno a Japón y a una de sus muchas variedades de mochis, esos deliciosos pastelitos elaborados con harina de arroz glutinoso de la cual también existen distintas variedades (algún día dedicaré un post en exclusiva para ellas).
En el ichigo daifuku mochi encontraremos tres texturas distintas y una combinación perfecta de tres sabores.
Este es mi preferido, sin lugar a dudas; es suave, dulce, ácido y crujiente y por supuesto algo pegajoso 😋
Un pequeño repasillo por alguno de los distintos mochis nos vendrá bien a la hora de diferenciarlos:
Daifuku: Es el mochi redondo relleno de pasta anko o de otro tipo de judías.
Ichigo daifuku: (del que hoy os hablo) Es igual pero relleno además con una fresa.
Kinako mochi: Son los mochis tostados acompañados con kinako (harina de soja tostada) y azúcar.
Yukimi daifuku: Es un mochi relleno de una bola de helado.
Dango: Aunque técnicamente no es un mochi, tiene una textura y un sabor muy parecido (prometo receta en breve).
Warabi mochi: También considerado como un tipo de mochi, pero en realidad no lo es, ya que el original está elaborado a base de almidón de un tipo de helecho (en la actualidad se utiliza en numerosas ocasiones el almidón de tapioca o batata para su elaboración).
Y por fin... rumbo a la receta.
Ingredientes para la masa: (7-8)
- 80 g de harina de arroz glutinoso
- 20 g de azúcar (he utilizado caster sugar, pero vale de la normal)
- 120 ml de agua.
Relleno:
- Anko (pasta dulce de judías rojas)
- Fresas
Para espolvorear:
Katakurico (fécula o almidón de patata) o Maizena (no es igual, pero vale).
Para preparar el relleno:
Lavar, secar y retirar el rabito de las fresas.
Formar bolas (7) de anko, aplanar cada bola y envolver la fresa de manera que quede cubierta completamente (para no equivocarnos a la hora de formar el mochi, tened la precaución de ir colocándolas de pie sobre su base).
Para preparar la masa:
En un plato hondo mezclar la harina de arroz junto al agua.
Agregar el azúcar y remover bien.
Cubrir con film y cocer en el microondas durante 2 minutos.
Sacar y remover un poco con una espátula.
Volver a cubrir y cocer durante 1 minuto más.
Espolvorear con el almidón (fécula) de patata una bandeja (también tus manos) y volcar la masa con cuidado porque quema bastante.
Amasar de nuevo poniendo otro poco de almidón por encima, hay que trabajarlo con rapidez para que no pierda la textura.
Cortar en porciones (yo he tenido para preparar 7, pero dependerá del tamaño de las fresas también).
Aplastar cada porción y formar una especie de tortita estirando bien la masa lo justo para envolver la bola de azuki rellena.
Plegar por abajo y aplanar de manera que los mochis se queden de pie (podemos espolvorear de nuevo con un poco de
almidón y sacudirlos para que no queden demasiado "empolvados"
Viéndolos así, ya maquilladitos, me he atrevido a colocar un sombrerito a cada uno (que me perdonen los puristas). 😊
Deliciosos acompañados de un té o una infusión de tu gusto.
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