Después de pasar unos días en mi querida Cartagena y en Cabo de Palos, hoy quiero hacer un pequeño homenaje a su gastronomía con estos riquísimos michirones, que quizás sean uno de sus platos más populares y tradicionales. Otro día me atrevo con el arroz caldero cuando mis amigos Agustín y Ana me den su receta que es uno de los mejores calderos que he probado, donde se combinan los buenísimos ingredientes con los que lo elaboran, con el entorno (a pie de playa) y lo más importante con la compañía de ambos!
INGREDIENTES:
- 1/2 kg de habas secas
- 1 cabeza de ajos
- 3 patatas medianas
- Chorizo para guisar (cortado en rodajas)
- 1 hueso grande de jamón
- Panceta (cortada en trocitos)
- 1 guindilla sin las semillas (2 si te gusta el picante)
- 2 ó 3 hojas de laurel
- Sal
- All i oli para acompañar las patatas.
ASÍ SE HACE:
Se dejan las habas en remojo durante 48 horas, cambiándoles el agua dos o tres veces.
Yo he separado unas pocas y les he quitado la piel ( ¡luego verás por qué!).
En una olla ponemos todos los ingredientes menos las patatas y cubrimos de agua justo para cubrir y un par de dedos más.
Cocemos durante 1 hora y 3/4 desde que comience a girar la válvula, el tiempo no es exacto porque va a depender de la calidad de las habas, del agua y de la intensidad del fuego, por eso es mejor que se queden duras y volver a ponerlas al fuego de nuevo hasta que estén en su punto.
Cuando veamos que casi están cocidas, añadimos la sal y las patatas ( mejor con la piel) muy bien lavadas,
retiramos del fuego cuando estén cocidas y las servimos con un poco de all i oli, y los michirones los servimos en una cazuela de barro.
Ahora voy a desvelar el misterio de haber guardado las habas sin la piel!
Pues... que como este plato tarda tanto en cocerse, me he puesto a preparar un aperitivo con ellas, las he salado un poco y las he frito hasta que estuviesen doraditas y crujientes, una delicia...
Que no se podían quedar solas y qué mejor que acompañadas con huevas de Maruca y almendras fritas, más típico de Murcia imposible!