Seguimos con recetas en las que la calabaza es el ingrediente principal y es que esta como todos los vegetales de color naranja es poseedora de una gran concentración en contenido de caroteno, el cual ayuda al cuerpo a formar la vitamina A, esta vitamina es muy necesaría para la salud de la piel.
Los carotenos también previenen de la diabetes del tipo 2 (que es cuando el organismo no produce suficiente insulina o es incapaz de utilizarla adecuadamente).
Dicho esto, pongo rumbo a la receta que aunque no sea tan sana como una crema de calabaza... están riquísimos y la crema la dejamos para la cena.
INGREDIENTES: (para la masa, salen unos 18 rolls)
- 250 gr de puré de calabaza (yo lo hago así )
- 400 gr de harina de trigo (normal y tamizada)
- 260 gr de harina de fuerza (tamizar)
- 2 huevos batidos con 4 cucharadas de agua
- 56 gr de mantequilla sin sal (temperatura ambiente)
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de mezcla de especias
- 1/2 cucharadita de sal
- 15 gr de levadura fresca de panadería o 1 sobre.
PARA EL RELLENO:- 50 gr de mantequilla sin sal (temperatura ambiente)
- 80 gr de azúcar
- 30 gr de azúcar moreno
- 2 cucharaditas de mezcla de especias
PARA EL GLASEADO:
- 200 gr de icing sugar o de azúcar glas
- 4 cucharadas de zumo de naranja (orientativo, según consistencia de la glasa que quieras).
ASÍ SE HACE:
Mezclamos en un bol y con la ayuda de las varillas eléctricas el azúcar, la mantequilla y la sal, añadimos el puré de calabaza, los huevos batidos y mezclamos bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Añadimos la levadura (si es fresca) diluida en una cucharada de agua templada, si no es así la incorporamos junto a los demás ingredientes de la masa y seguimos mezclando pero ya con las varillas de amasar.
Finalizamos amasando con las manos hasta que no se nos pegue y podamos manipularla bien.
Untamos un bol con un poco de aceite y colocamos ahí la bola de masa tapada con papel film para que fermente durante dos horas.
Enharinamos la superficie de trabajo con un poco de harina y con ayuda de las regletas para nivelar (en mi caso), estiramos con el rodillo en forma de rectángulo y dejando un grosor de 1,5 cm.
Con ayuda de una brocha de silicona enmantequillamos toda la superficie de la masa y la espolvoreamos con la mezcla de azúcar y especias.
Enrollamos la masa a modo de brazo de gitano y la cortamos en ruedas de 2 ó 3 cm.
Vamos colocando los rollitos sobre la bandeja de horno (yo le he puesto una lámina de silicona), dejaremos espacio entre ellos para que cuando suba la masa de nuevo no se peguen, tapamos de nuevo con papel film y dejamos reposar durante 1 hora.
Durante este tiempo podemos preparar las glasa: Mezclamos el azúcar con las cucharadas de zumo y también podemos añadirle unas gotas de colorante naranja, una vez obtenida la consistencia deseada se pone en una manga pastelera y así no se endurecerá y nos será más fácil a la hora de decorar los rolls.
Precalentamos el horno a 180ºC y en posición arriba y abajo durante 10 minutos.
Introducimos la bandeja y horneamos durante 15 minutos (vigilar siempre, pues cada horno es distinto).
Una vez fuera los dejamos sobre una rejilla y cuando estén templados ya podemos bautizarlos con la glasa.
¡Una merienda deliciosa acompañados de un té de canela o de un café , tú eliges!
Estos rolls son enemigos del tiempo pues cambian la textura rápido aunque no el sabor, por eso lo mejor es degustarlos en el mismo día para que aprecies todo su sabor, aroma y esponjosidad.
También puedes congelarlos una vez fríos y sin la glasa, se sacan la noche antes y para el desayuno estarán exquisitos.
¡Vamos que aún me quedan calabazas, jejeje!
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