GOFRES O WAFFLES

Queridos navegantes:

Hoy os sugiero unos ricos gofres que llevan desde hace un par de años en la carpeta de "Pendientes por publicar" y que, a pesar de preparar siempre esta misma receta, porque es la que más nos gusta en casa, no había tenido ocasión de publicarla.

Quedan crujientes por fuera y suaves y esponjosos por dentro, la textura perfecta, gracias al azúcar perlado que se carameliza durante el proceso de cocción.

Os dejo fotos antiguas y otras de ahora mezcladas. La única diferencia de la receta ha sido que la bebida vegetal que he utilizado en esta ocasión para disolver la levadura ha sido la bebida de avena "pumpkin spice". Aprovechando que tenía un brick abierto, le ha aportado un sabor especiado muy rico a estos gofres.

Ingredientes para doce unidades (dependiendo del tamaño):

- 190 g de harina

- 15 g de levadura fresca

- 85 ml de bebida de avena templada (o leche o cualquier bebida vegetal)

- 1 huevo

- 75 g de azúcar perlado (perlas de azúcar)

- 100 g de mantequilla blanda (no fundida)

- Una pizca de sal.

Así de fácil:

Templar la bebida de avena en un vaso y disolver la levadura.

Colocar en un recipiente el huevo, la harina y la sal.

Batir con las varillas de amasar, agregar la mezcla del vaso y mezclar.

Incorporar la mantequilla poco a poco y mezclar bien.

Por último añadir el azúcar perlado, mezclar de nuevo y cubrir con un film la masa.

Conservar durante una hora alejado de corrientes frías (yo lo pongo dentro del microondas).

Pasada la hora, volvemos a mezclar la masa ya leudada y, aunque parezca un poco blanda, es fácil de manipular.

Precalentar la gofrera y, con ayuda de dos cucharas (como si formáramos croquetas), vamos colocando la masa, aunque con forma redondeada (más o menos 😅).

Cocinar hasta que estén dorados, retirar y colocar sobre una rejilla hasta que se enfríen. 

Acompañar de fruta, sirope, helado, canela, azúcar glas o, en mi caso: Crema de galletas especiada (la templo al micro y queda una textura perfecta y otras con sirope de arce y canela).

¡Crujiente por fuera y esponjoso por dentro!