Un plato con unos contrastes espectaculares tanto de sabor cómo de textura.
Ingredientes:
- 4 lomos de bacalao (desalado)
- 2 cucharadas de vinagre de Módena
- 4 cucharadas de miel de caña o de flores
- 150 ml de Pedro Ximénez (vale otro vino dulce)
- 2 dientes de ajo
- 40 g de piñones pelados
- Harina para enharinar el bacalao ( de arroz, de trigo o de maíz ).
Elaboración:
En una sartén con un poco de aceite rehogamos los ajos pelados y cortados, cuando se doren los sacamos y reservamos (yo los añado a la salsa junto a los piñones, aunque son en realidad para aromatizar el aceite).
Hacemos lo mismo con los piñones (con cuidado de que no se quemen) sacamos y reservamos.
Enharinamos los lomos de bacalao y los freímos en el mismo aceite a fuego medio, cuando estén dorados se sacan y se reservan mientras hacemos la salsa.
Sin pereza... ¡Rumbo a la cocina!
En la misma sartén, vertemos el vino y lo dejamos reducir un poco. Añadimos el vinagre y la miel removiendo para reducir un poco la salsa y que no se queme.
Añadimos los ajos y los piñones y dejamos rehogar durante 2 minutos antes de incorporar los lomos de bacalao.
Movemos un poco para que el bacalao se impregne bien de la salsa y ya podemos servirlo antes de que se caramelice demasiado la salsa.
Sin pereza... ¡Rumbo a la cocina!
No hay comentarios:
Publicar un comentario