Al fin ve la luz la receta de un vino de nueces que llevaba bastante tiempo queriendo elaborar y que nunca encontraba el ingrediente principal, o sea, las nueces verdes.
Problema resuelto gracias a mi madre, que se encargó de pedirlas a un vecino y congelármelas.
¡Genial idea, las madres tienen recurso para todo!
Un vino perfecto para maridar con postres o aperitivos y que se elabora con nueces recogidas en la noche de San Juan (de ahí su nombre), cuando las nueces están aún verdes y con el interior aún tierno, en mi caso al ser congeladas y por no perder la tradición, la receta sí que la he elaborado en esa mágica noche).
- 1 litro de vino tinto
- 200 ml de orujo
- 250 g de azúcar blanca
- 9 o 10 nueces verdes (a ser posible, recogidas en la noche de San Juan).
Elaboración:
Cortar las nueces por la mitad o en cuartos si son muy grandes.
Colocarlas en un recipiente de cristal (con tapa) y añadir el azúcar, el vino y el orujo y mezclar bien.
Cerrar el recipiente y dejar macerar a temperatura ambiente durante 1 mes y medio.
Armarse de paciencia y esperar al menos 2 meses y medio... si puedes!
Un vino perfecto para aperitivo o postres, aunque un "poquillo" fuerte.
No hace falta decir que menos es más, yo lo he maridado con unas tostaditas de pasas y queso Gouda con nueces y uvas.
¡À votre santé y feliz finde!