¡Un lujo de aperitivo! Estas galletas de queso están deliciosas solas o acompañadas, hoy las he servido con mermelada de tomate y han volado tan rápido que no hay ni foto, jeje!
INGREDIENTES:
- 125 g de queso Grana Padano rallado
- 85 g de mantequilla sin sal (consistencia pomada)
- 125 g de harina de trigo
- Sal y pimienta
- Opcional: Colorante amarillo en pasta y pipas de girasol, piñones, pipas de calabaza, semillas de amapola, etc.
ASÍ DE FÁCIL:
Rallamos el queso y lo reservamos.
En un bol tamizamos la harina junto a un pellizco de sal y un poco de pimienta y lo reservamos también.
Con ayuda de las varillas eléctricas, batimos bien la mantequilla y añadimos el queso.
Mezclamos bien hasta obtener una crema (en ese momento se me ha ocurrido añadir un poco de colorante y así darle un color más natural a la forma de las galletas que iba a hacer).
Añadimos la harina en dos o tres veces.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Para estirar la masa yo siempre utilizo este método: Aquí (con un grosor de 0'5 o 0'6 cm).
Cortamos con los cortapastas de nuestro agrado (yo he agujereado con una pajita alguna de ellas y otras las he cubierto con unas pocas semillas).
Colocamos las galletas sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal o con una lámina de silicona y horneamos hasta que comiencen a dorarse un poco (12 minutos más o menos, vigilar que no se doren en exceso).
Una vez fuera del horno, las dejamos reposar en la bandeja durante 5 minutos y luego las pasamos a una rejilla para que acaben de enfriarse... Seguro que no aguantas, jiji!
¡Crujientes y sabrosas!
Con salmón ahumado, con mermelada... Tú eliges!
¡Feliz fin de semana!
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